Aunque no lo creas, las palabras son poderosas y clave para el éxito de nuestra comunicación, liderazgo y coacheo de nuestros equipos. Incluso palabras que parecen insignificantes pueden tener gran impacto.
De seguro has dicho algo de lo que luego te arrepientes. Yo si. La bronca es que no vas a poder borrar nunca esas palabras y menos si las escribes. Nomas acuerdate de todas las metidas de pata de celebridades y políticos. Muchísimas palabras de sobra que debieron no decirse.
Nuestras palabritas pueden elevar o destruir a la otra persona que tienes como receptor.
Específicamente le pegas en la torre a su:
- Autoconfianza en si mismos y sus habilidades.
- Su voluntad para intentar mas o algo nuevo.
- Compromiso con su trabajo.
- Lealtad hacia ti o tu empresa.
- Su espíritu.
Aquí unos ejemplos de palabras, preguntas y frases que sacan lo peorcito de emociones y reacciones negativas:
- ¿Es en serio?
- Estoy enojado.
- No estás escuchando.
- Si solo tu…
- Tu siempre…
- Tu nunca…
- Mejor lo hago yo.
- No.
- ¿Porqué se te ocurrió hacer eso?
Lo contrario que eleva al receptor incluye cosas como:
- Te entiendo.
- Ayúdame.
- Lo siento.
- Me encantaría que…
- ¿Cómo la ves?
- Platícame más.
- Y las que inician preguntas: Cómo, quién, qué, dónde, y ayúdame a entender permiten que la platica sea abierta y de ambos lados.
- Y las que aprendimos desde chiquitos (se supone): por favor, gracias y si me importa.
¿Está para pensarse, correcto?
Reflexiona en las palabras que más usas en tus conversaciones. No estaría mal que te grabaras y escucharas. ¿Tienes el impacto que buscas? De lo contrario elimina completamente las palabras negativas y busca esas palabras clave que ya conoces y que debes incluir siempre.
¡Buena suerte!
Rafa Elorduy 