La libertad viene por elección y la elección viene con responsabilidad.
¿Porqué la gente voluntariamente cede su libertad a un jefe, un método o incluso a un déspota?
¿Porqué preferir un restaurante con un menú limitado, o llenar tu refrigerador con la misma comida congelada?
¿Porqué los emprendedores exitosos que inician una nueva empresa aceptan inversionistas aún sin necesitar los recursos?
¿Porqué tantos eligen endeudarse cuando pueden evitarlo?
A veces, sacrificamos voluntariamente nuestra libertad porque crea un «otro». Alguien a quien culpar. Nos da fronteras duras y elimina opciones potenciales.
Pero sobre todo, nos libera del anzuelo, porque alguien más está conduciendo el autobús.
Tratar de conducir desde el fondo del autobús puede parecer menos riesgoso, pero rara vez nos lleva a mucha efectividad, influencia o control de hacia donde se dirige realmente el vehículo.
Ten cuidado de donde dejas las llaves.