Un amigo me preguntó sobre algunas maneras de ganar dinero. Lo que sigue son frases reales:
“¿Puedo hacerla tomando esas encuestas en línea que te pagan?”
“¿O comprar y vender camisetas en línea?”
«¿Puede alguien pagarme 50 dólares la hora por sacar a pasear a su perro?”
El problema es que casi todos estos atajos ya están ocupados.
Y peor aun, los que aún quedan están bien escondidos en un bosque de esquemas tramposos, tranzas, milagrosos y fraudulentos.
Que tal mejor estas preguntas:
“¿Cómo consigo un agente para el guión que escribí?”
«¿Donde encuentro un publicista que me pague un adelanto por mi primer novela?”
Tu mejor trabajo no tiene valor nulo, es el corazón de lo que ofreces.
Encontrar el camino largo y difícil vale la pena porque es la mejor manera de obtener lo que mereces.