«Sigue tu movimiento.»
Es el consejo que escucharás en el golf, tenis o béisbol. Que tu seguimiento al continuar tu swing o lanzamiento después de golpear o lanzar la pelota, es la clave que cambia todo.
¿Pero, cómo puede ser esto?
Después de todo, la pelota ya va en camino mucho antes de que acompletes todo ese movimiento.
Aquí está el secreto: si no sigues el movimiento completo, vas a empezar a bajar tu velocidad antes de golpear o lanzar la pelota. Ese seguimiento no es la meta en si, es el síntoma de que hiciste algo bien.
Y por supuesto, lo mismo es verdad de esa conferencia que estás organizando, o el servicio al cliente que ofreces o como te comprometes con esa clase o ese trabajo…
Si empiezas a bajar de velocidad antes del último instante, ese último momento va a sufrir.