Esto o aquello, uno o el otro. No importa.
De hecho, sí es posible que simplemente no tenga importancia. Una elección, pero no una decisión.
Tenemos que hacer elecciones como esta cada dia. Que color, de tres colores que están bien. Que ruta, de dos rutas que duran casi lo mismo. Que vuelo, que mesa, que persona…
Las elecciones no tienen que ser decisiones.
Las decisiones vienen con todo tipo de cargas. Ponemos mucho peso en nuestra habilidad de tomar buenas decisiones. Cambiamos de marco de referencia, trabajamos muy duro e incluso metemos deseos emocionales hacia resultados futuros. Las decisiones son tensas. Ese peso puede dar resultados con un enfoque mas serio, con mas diligencia, pero principalmente nos impone una carga pesada.
Podemos ahorrar mucho tiempo y esfuerzo haciendo que nuestras elecciones insignificantes no acarreen esfuerzo. Elige el primero, o en orden alfabético, o lanza una moneda. Solo ten una regla y haz la elección.
Es en serio. ¿Estás considerando diez universidades? Pon tus cinco favoritas dentro de un sombrero y mete la mano. Listo. ¿No puedes elegir entre tres candidatos a un trabajo y no sabes definir cómo elegirlo? Toma al que tenga el apellido mas corto. ¿Porqué no? Si no tienes suficiente información para tomar una decisión defendible estadísticamente, simplemente elígelo.
Al final del día, tendrás mas recursos que te queden para las decisiones que realmente importan.
Rafa Elorduy 