Nunca lo recibes.
En lugar de ello, te pagan lo que otras personas piensan que vales.
Es un giro empático que hace que todo tenga sentido.
En lugar de sentirte subvaluado o sin respeto, puedes enfocarte en crear una reputación y un producto de trabajo que otros crean que vale más.
Porque la gente no toma decisiones de compra basados en lo que es bueno para ti–actúan basado en lo que ven, necesitan y creen.
Si, frecuentemente nos vendemos muy baratos. No pedimos compensacion acorde al valor que creamos. Es una forma de esconderse. Pero la forma más común de este escondite no es meramente bajar el precio. No, el error que cometemos está en no contar historias que creen más valor, en no hacer el trabajo duro de construir algo único y que valga la pena buscar.
Es otra manera de hablar de mercadotecnia. Y la mercadotecnia moderna se hace con gente que buscamos servir. Está basada en la idea de que, si el cliente supiese lo que tu sabes, y creyese lo que tu crees, entonces querria trabajar contigo. Bajo el principio de que la confianza de largo plazo vale mucho mas que cualquier transaccion aislada.