“Porque yo digo,” termina nuestra indagatoria, cierra la puerta y le falta al respeto a quien cuestiona, todo al mismo tiempo.
Explicar lo que necesitamos y porqué lo necesitamos nos permite entablar una relación. Crea una conexión de respeto mutuo.
Cuando un burócrata o figura de autoridad se niega a explicar ‘porqué’, nos está demostrando miedo (pues no está seguro porqué) y desprecio (porque no necesita que le importe el tema).
Preferimos relacionarnos con un ser humano, en toda ocasión.