Un auto dañado es pérdida total cuando el costo de repararlo es superior al costo de comprar uno similar en buenas condiciones.
El auto dañado es un costo absorbido. No importa cuanto pagaste por el. Es un regalo de tu “yo” del pasado a tu “yo” del presente. Y llegó roto, tan roto que es más barato comprar uno distinto que arreglar ese. Rechaza ese regalo de tu “yo” pasado. No es ningún regalo.
Los costos absorbidos están siempre alrededor de nosotros. Compromisos y promesas y bienes que fueron difícil de obtener, pero que hoy son pérdida total.
Recuerda, son regalos de tu “yo” pasado, y está bien rechazarlos.