Por eso es el ritmo.
Otras cosas se detienen. O empiezan. Van más rápido, o más despacio.
Pero no te preocupes por el ritmo. No podemos cambiar el ritmo. El ritmo continúa.
Cuando lo estamos observando, continúa, y cuando estamos distraídos, también continúa. Golpe a golpe, dia a dia, continúa.
Alertas de nuestro avance, del tic-tac mientras nos movemos del ayer al mañana… nos da perspectiva y paciencia si se lo permitimos. O puede estresarnos. Es nuestra decisión.
Mira, ahí va otro.
¿Qué vas a hacer con el siguiente?