Tenemos el filtro burbuja de la internet, en el que nos rodeamos únicamente de fuentes de información con las que estamos de acuerdo, llegando pronto a la conclusión de que todos están de acuerdo con nosotros.
La otra clase de filtro es el que podemos elegir construir para evitar caer en el agujero del tiempo perdido, la misoginia e insatisfacción. Esto para evitar los clics eternos, los comentarios de odio, el ruido de la red que entumece la mente.
Aquí va una pista: La primer clase de filtro es fácil de crear y satisfactorio en el corto plazo. Es reconfortante creer que tenemos razón.
La segunda clase, la que crea los cimientos para que hagamos un mejor trabajo, está siempre bajo ataque por dentro y por fuera, y es tentador dejar de usarlo. Tentador retirarnos, pero al final vale el esfuerzo.
Mientras más fácil sea de crear el filtro, menos vale la pena.