El problema que se presenta al tomar todo lo que podemos es que fracasamos en invertir en un colchón, en buena voluntad, en una reserva para cuando las cosas no salen como esperamos.
La mentalidad de corto plazo no pone atención a una posible necesidad de ofrecer confianza. Nos obliga a tomar lo que podamos en este instante, sin preocuparnos por el mañana.
La magia de protección contra el exceso es que casi siempre cuesta menos por adelantado de lo que estaríamos dispuestos a pagar después.
Haz lo que quisieras que…