Eso debería ser hoy.
Y cada día, si aceptas el reto.
Las cosas que cambian nuestras vidas (y las vidas de otros) rara vez son los eventos agendados con mucha antelación, los discursos muy practicados o la fiesta de gala anual.
No, es casi seguro que la próxima oportunidad que tendrás para saltar no vendrá de ningún lugar en particular, y la descubrirás solo porque estás listo para ello.
Alguien a inspirar, con quien conectar, a quien liderear. Un sistema a transformar. Una idea para compartir. La responsabilidad casi siempre está por ahí, esperando a que alguien la tome.
¡Házlo!