Patinar en hielo requiere dos cosas: hielo suave y gravedad. Sin unos cimientos confiables, no puedes avanzar. Y sin las limitantes y restricciones impuestas por la gravedad, no puedes moverte en absoluto.
El libre mercado, cáliz sagrado de algunos capitalistas, es similar.
En ambientes completamente liberalizados, los mercados no pueden desarrollarse, las inversiones no sucederán, nada se mueve hacia adelante. Necesitas agua y aire limpio, una sociedad civil, una fuerza laboral capacitada, un mercado seguro de sí mismo y confiable, y más. Los mismos impuestos de los que algunos se quejan son la gravedad que hace funcionar el sistema.
Hay una razón por la que no hay utopías de libertinaje. Si se deja a su propia inercia, el mercado se derrumbará, mientras algunos corren al fondo y el dolor de la incivilidad toma el control.