Las zonas horarias son una invención reciente. Solía ser la norma que el tiempo local era distinto en todos lados. Cada poblado tenía su propio mediodía.
Las fábricas requirieron sincronización, de modo que los trabajadores pudieran llegar todos al mismo tiempo (lo cual probablemente llevó a la invención de los relojes con alarma también).
Hoy, por supuesto, han sucedido dos cosas:
Todo mundo sabe la hora, todo el tiempo. Precisamente el mismo horario exacto al segundo.
Es menos importante. Más trabajo es asincrónico. El propio trabajo te indica ahora cuando debes empezar a trabajar en él pues el proyecto se mueve de escritorio a escritorio y de cuenta a cuenta. El trabajo ya no se basa en tiempos. Se basa en proyectos.
Actúa de acuerdo a esto.