Cada vez es más sencillo desplegar nuestra propia realidad, encontrar una burbuja y reforzar lo que creemos con lo que escuchamos. Podemos inventar nuestras propias reglas, crear nuestras propias teorías, fabricar nuestros propios ´hechos´.
Sucede, sin embargo, que cuando tu realidad se basa de hecho en la realidad, es mucho más estable y resiliente, porque no tienes que estar cuidando tanto lo que vas a dejar fuera.