Cuando traes un producto o servicio al libre mercado, ese mercado decide lo que vale. Si no quieres ser tratado como un producto común (una carrera hacia el fondo), hay dos caminos:
- A través de la escasez: Esto vale extra porque no hay mucho o somos los únicos que lo tenemos.
- A través de conexiones: Esto tiene también valor extra porque todo mundo ya lo está usando.
Poco o mucho.
Pocos sustitutos, ya sea porque es difícil de obtener o porque tu tienes cautivos a la mayoría de los buenos.
Pagamos extra por algo porque es único, porque estamos muy sedientos y no hay otra parada, porque creemos que su valor va a aumentar, porque es nuestra mejor opción de una selección limitada. Ahora, en este instante tu eres la mejor opción. En otras palabras: escaso.
O…
Porque no queremos quedarnos afuera o atrás. Vale más porque nos conecta.
El valor no es la utilidad. Las innovaciones baratas y populares son valiosas, de hecho. La utilidad, sin embargo, seguido se calcula diferente, es la creación de cosas que (alguna) gente piensa que valen la pena pagar extra por ellas.