Probablemente estés familiarizado con la clasificación en la escuela. De entre todos los alumnos de preparatoria, comparando tu promedio contra el de los demás, ¿En qué lugar estás?
Y conoces sobre las clasificaciones deportivas, en el mundo del tenis, el golf o el ajedrez.
Pero por alguna razón, no nos preocupa la clasificación comunitaria.
De todas las contribuciones que se han hecho hacia esta comunidad, todos los actos desinteresados, los eventos organizados, la gente interconectada–¿En qué lugar estas?
Tal vez no necesitamos medirlo. Pero sería bueno actuar como si lo hiciéramos.
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