Todos los problemas tienen soluciones.
Por eso son problemas.
La solución puede incluir cesiones o gastos en los que no quieres incurrir. Puedes elegir no resolver el problema. Pero hay una solución. Tal vez no la hayas encontrado aún. Quizás necesites investigar más o ceder en algunas cosas en lo que estás esperando.
Si no hay solución, entonces no es un problema.
Es una situación lamentable. Una condición limitante. Es algo con lo que necesitarás vivir.
Lo cual puede no ser divertido, pero no tiene sentido preocuparse por ello o invertir tiempo y recursos, porque no es un problema.
«Quiero ir a esa boda, pero está a miles de kilómetros de distancia.» Es un problema. Puedes resolverlo con un boleto de avión y cancelando algunos planes.
«Quiero ir a esa boda, pero no estoy dispuesto a faltar a la junta.» Ese no es un problema. Es un conflicto inevitable. Si necesitas violar alguna ley de la física para salirte de una situación, entonces no es un problema. Pero ya has renunciado a convertirlo en problema, de modo que no aporta nada el fingir que se puede resolver.
Una vez que podamos alejarnos de situaciones irresolvibles que pretenden ser problemas, podemos enfocar nuestra energía en los problemas reales que tenemos enfrente.
PD Todos tenemos problemas. La definición que hagamos de ellos es la medida en la que pueden desaparecer. Platícame tus problemas y tal vez pueda ayudarte. Mándame INBOX o haz tu cita en https://bookme.name/executivecoaching