Los autos son muchas veces más peligrosos que los aviones, por milla recorrida también y hacia los espectadores. Más peligrosos en todos los sentidos.
Y así, hay muy poca gente que dice que temen ir en un auto. Pero gastamos una fortuna en los teatros de seguridad de los filtros en los aeropuertos en cada vuelo. Los vuelos llevan chalecos salvavidas aunque estadísticamente solo se necesiten 1 vez cada 33 millones de vuelos.
Esto es porque volar es mágico y manejar un auto es moverse como ir en bicicleta o caballo, pero con motor.
El reto de los autos automáticos no es que se trate de un auto sin piloto. De hecho el vehículo automático es un avión con 4 ruedas en el piso.
Tecnología mágica.
Cuando una tecnología mágica (algo que no creemos poder entender) hace su arribo y sientes que te pone entre la vida y la muerte, nuestro instinto es espantarnos, inventar historias y buscar re aseguranza. Las vacunas han tenido este reto por generaciones. Porque son duraderas, solo se ponen una vez y se perciben como mágicas, las tratamos totalmente distinto que al irregular mercado de placebos y medicinas de patente, sin importar su eficacia.
Si tienes la suerte suficiente de inventar una tecnología mágica, prepárate para un largo viaje. Hace décadas, en un proyecto en el que trabajaron Isaac Asimov y Arthur C. Clarke, el primero estaba realmente avergonzado de que le daba miedo volar. Y Clarke fue famoso por decir, «Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinta de la magia.»
Solo le faltó agregar, «Las tecnologías mágicas que involucran desastres atractivos para los medios son las más difíciles de vender.»
PD Tienes magia en tus manos. Seguro, esa idea nadie la tiene. Anímate, platiquemos y tal vez puedo ayudarte. Mándame INBOX o haz tu cita telefónica en https://bookme.name/executivecoaching