No es difícil mantener una nube gris o un panorama deprimente. El evento ya terminó, pero la historia se queda.
Un enfoque comprobado es mantenerse repitiendo la narrativa que nos llevó a lo más profundo de ese agujero de memorias. Igual que con un diente perdido, tocamos ese hueco, una y otra vez, examinando la historia desde todos los ángulos para mantener la historia fresca.
Por otro lado, las historias olvidadas tienen poco poder.
Y ese mismo enfoque funciona para un sentimiento de optimismo y posibilidad. Repetir historias (a nosotros mismos y a los demás) acerca de la buena fortuna y la generosidad hace que esas historias sean mas poderosas.
Lo que pasa con nosotros importa mucho, pero son aún más poderosas las historias que repetimos sobre lo sucedido.
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Rafa Elorduy 