La popularidad de las charlas en TED, significa que cada vez más personas son expuestas en el escenario y se les indica que memoricen su exposición.
Esto casi siempre lleva al error.
Y no porque la gente tenga que memorizar mucho, sino porque no memorizan lo suficiente.
Observa una gran presentación y te darás cuenta que no tienen ayuda ni artefactos de memorización. En lugar de ello verás a alguien hablando desde el corazón.
Esto es precisamente lo que significa el saber algo desde el corazón.
Memorizar las palabras solo es la mitad de ello.
Y totalmente insuficiente.
Mi sugerencia: No memorices tu exposición. Memoriza tus historias. Diez historias arman una charla. Escribe solo una tarjeta simple de pistas para que recuerdes el nombre de cada historia. Y entonces cuéntanos diez historias.
Sé tu mismo.
No vinimos a escuchar tus palabras. Si quisiéramos solo eso, podríamos haber leído el memorándum y ahorrarnos mucho tiempo.
Trae el corazón.
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