Durante el período de las épocas de Navidad y fin de año, todo parece ir más lento. La mayoría de los días hay menos tránsito en las calles (o en la internet). Se lanzan menos productos, recibes menos correos y hay menos pendientes en tu agenda diaria.
Y así, si alguien en 1820 hubiera vivido al ritmo que vivimos en Diciembre de 2019, probablemente caería muerto de agotamiento.
Una tienda en la Ciudad de México que parece lenta en esta época del año podría estar teniendo un record de tránsito con ese mismo movimiento en Chihuahua o Mexicali.
Dos cosas son verdad: El mundo está más rápido y más loco de lo que jamás ha sido antes. Y también es tan lento y predecible como nunca jamás lo será
El bullicio y las crisis son condiciones locales…