Si se hace libremente, una decisión puede parecer lo correcto en ese momento.
Pero nos damos cuenta que fué un error más tarde, cuando pasa ese momento. Ahora no sabemos lo que aprendimos en el futuro.
Las malas elecciones pueden ser provocadas por:
- Información deficiente
- Análisis superficial (incluyendo fallas cognitivas y confiarse de los costos asumidos)
- Presión de nuestros colegas
- Manipulación
- Apuro
- Desbalance de poder
- Enfoque en el corto plazo
- Adoctrinamiento
- Superstición
- Sesgos no examinados
Fíjate: cada una de los anteriores conceptos es el producto de fuerzas externas y pueden desaprenderse y aislarnos de ellos. La buena noticia es que podemos mejorar en nuestras decisiones.