Autorizado para su traducción por James Altucher.
Después de perder un millón de dólares semanalmente, de efectivo, durante todo el verano del 2000, me vi obligado a vender mi departamento.
Así que un dia del 2002, con todas las cajas empaquetadas, el departamento estaba vacío. Teníamos dos camiones de mudanza esperándonos abajo para movernos a una hora de distancia al norte de la ciudad.
Era como un exilio. Mi autoestima se había ido, mi departamento se había ido, no había dormido una noche completa en casi tres años, y otras cosas de las que ni siquiera puedo hablar.
Mi ex-esposa, mis dos hijas pequeñas, y Lynne, una amiga cercana de la familia quien nos estaba ayudando en la mudanza, estábamos echando un último vistazo. “Oh Dios mío,” dijo Lynne. “Esto es real.”
Ha pasado una década y muchas cosas desde entonces, buenas y malas (más buenas). Alguien ayer preguntaba en Quora.com “que se siente ser rico?” Pensé responder basándome en mis experiencias pre-2000. Asi guardo 2000-2010 para otra ocasión.
Mucha gente empezó a responder la pregunta en Quora con respuestas como “Pude comprar esto, o aquello o ‘esto y aquello’”. El dinero nunca fue eso para mí, entonces y ahora.
Nunca ha habido nada que quise comprar (a excepción del último iPad!). Tengo posesiones materiales mínimas.
Si me conoces te darás cuenta de que me visto muy mal y las bastillas de mis pantalones estan todas descosidas. No tengo traje. No tengo licencia de manejo así que no compro autos. Me gustan los comics más que las pinturas. No me gusta volar y velear. No tomo vino ni como afuera.
Lo que significaba para mí entonces fue:
ADN.
Finalmente me sentí lo suficientemente bien al respecto de mi mismo como para pasar mis genes y tener hijos.
Nunca antes quise tener hijos. Aparentemente hay una razón evolutiva por la que sentimos la urgente necesidad de pasar nuestros genes.
Nunca había sentido eso antes pero de alguna manera el tener una cantidad significativa de dinero me dio permiso de querer tener hijos.
Seguridad.
Por el más breve de los momentos me sentí “seguro” – como que nada podía dañarme y viviría para siempre.
En 1999 visite al dueño de una compañía de la cual era accionista. Estaba en Los Ángeles y me recogió del hotel en su Porsche último modelo. Fuimos a su enorme casa y me dio un recorrido. Cuando nos sentamos me dijo, “No tengo que hacer esto más. Tengo tanto dinero ahora que soy intocable.”
Se que esto suena increíble y como cliché pero un año después le diagnosticaron cáncer. Después de luchar por años le dieron peores y peores pronósticos hasta que eventualmente se dio un tiro y sus hijos encontraron el cuerpo.
Me enteré cuando su esposa le llamó a todos de su libreta de contactos. Esto no se supone que es una lección. El dinero tiene sus beneficios pero la inmortalidad no es uno de ellos.
Otro ejemplo. Un amigo mio estaba dirigiendo un prominente sitio de juegos en línea y quería venderlo o algo asi (era 1999, porque no?)
Le presente a un tipo muy exitoso de Wall Street que conocía. Ni siquiera podía encontrar su oficina. Nunca había estado tan al sur de Manhattan como en Wall Street.
Mi amigo y yo estabamos ahi sentados mientras que Shlomo (no es su nombre real pero para que se den la idea) dijo, “Mirenme! Hace diez años era un vago. Ahora tengo 100 millones de dólares. Solo en América correcto?
Dos años más tarde Shlomo estaba en medio de una investigación masiva del FBI sobre una correduría de divisas que el fundo y que simplemente estaba sacandole dinero a inversionistas desde los 70’s.
Fue a dar a la cárcel. Incluso mis amigos ortodoxos se dan la vuelta y se rehusan a hablar de el cuando les pregunto si lo conocieron.
Escasez.
Mis sentimientos de seguridad e inmortalidad rápidamente cedieron el camino a la escasez.
Después de todo, pensé, si pude hacer 10 millones de dólares entonces debe ser muy fácil.
De hecho, pensé honestamente, todos los demás ya deben de tener 11 millones de dólares. De modo que me sentí pobre de nuevo. Ahora necesitaba 100 millones de dólares para ser feliz. Me subí al auto de un amigo y su esposa. Les dije, “todos los demas tienen 10 millones de dolares ahora.” “No todos” respondió ella rápidamente.
Amigos.
Perdí algunos amigos. Después hice algunos nuevos amigos.
Para cuando bajaba el elevador de mi departamento esa última vez, 100% de esos nuevos amigos estaban destinados a nunca más hablarme de nuevo (al menos hasta enero 12 del 2011)
Mis nuevos amigos decían cosas como, “Mark Cuban es un semental” o “Jodelo, quédate con todas sus acciones” o “ Buena suerte. Que tengas linda vida” o “Claro que es ilegal!”
(una de las muchas pinturas que compre)
El valor del dinero.
Me di cuenta (demasiado tarde, pero aprendí) que nunca supe el valor del dinero. Nunca antes me di cuenta del dinero. Mis metas prioritarias habían sido jugar, hacer sitios de internet divertidos o escribir novelas.
Ahora mi única meta era dinero, dinero, dinero y más dinero. Le dije a mi terapista del momento, en 2001, “es como perder a un ser amado” y me dijo, “cariño, suena como si realmente nunca hubieras perdido a un ser amado antes.”
El dinero es algo muy bueno. Es el pago por trabajo duro, buena suerte (aunque muchas veces es suerte ganada) y puedes hacer cosas sorprendentes con el. Fundar nuevos negocios, crear empleos, comprar tu independencia y libertad del corporativismo. Pero primero debes escalar muchos obstáculos, de los cuales ganar dinero es solo el primero. Muy pocas cosas son mejores que ganar mucho dinero.
Pero el dinero encuentra un hogar solo en lugares donde se le aprecia. Yo no apreciaba el dinero. Así que me dejo.
Cuando íbamos en el auto, manejando hacia nuestra nueva casa en 2002 estábamos en medio de una tormenta de nieve. Tenía tantas ganas de llorar por lo que estaba sucediendo. Pero había mucho en que pensar. Así que por un breve momento observe la nieve caer y recordé lo que era ser un niño. Saborear la primer nieve del año en la punta de mi lengua.