La mayoría tenemos dos velocidades.
La talacha diaria, el día a día, un maratón, trabajo trabajo trabajo.
Y la recuperación, dormir más, Netflix y estado de Zombie relajado que acomodamos a un día como el primero del año.
Pero, ¿Qué hay de los arrancones?
No arrancones porque el jefe o el cliente insista.
Arrancones que hacemos solo porque nos energizan y nos recuerdan de que tanto podemos hacer cuando nos quitamos de nuestro propio camino.
Arrancones que construyen nuestra capacidad.
Arrancones que nos envalentonan.
La mejor manera de mejorar tu maratón es aprender a dar arrancones de vez en cuando.
Tal vez no puedas mantener un arrancón un día completo.
¿Pero qué tal hoy por la tarde? ¿Qué podrías aprender o construir o enseñar o contribuir? ¿Qué puedes entregar?
Seth Godin